
De.- Ortelia Valladolid Bran, especialista en Educación y Género
El delito de trata de personas es un delito pluriofensivo, porque afecta derechos como a la vida, la libertad, la educación, la dignidad y muchos otros. Asimismo, es captación, traslado, retención y explotación de las personas bajo la finalidad de explotación sexual, laboral, mendicidad, tráfico de órganos y venta de infantes.
«Hablar de trata de personas es hablar de la cosificación de los seres humanos, de la esclavitud del siglo XXI».
Las principales víctimas son mujeres adolescentes y jóvenes, quienes son captadas a través de falsas ofertas laborales, padrinazgo, seducción y grouming. Esta ultima, es una forma de captación virtual por redes sociales como el Facebook y WhatsApp a las que están expuestas.
Esto consiste en falsos perfiles, envío de solicitud y a partir de aquí se inicia un proceso de “enamoramiento”, en el que se ganan la confianza, se envían fotos íntimas y hasta lograr una cita personal. Captándolas y en ese momento las víctimas se dan cuenta que se trata de un engaño, comienza el chantaje, la amenaza, el traslado y la exportación que por lo general de acuerdo a las estadísticas es sexual.
Existen testimonios de víctimas de este delito, quienes han sido obligadas a tener relaciones sexuales con más de 30 hombres al día, y un monto de dinero a entregar; siendo golpeadas, drogadas y humilladas.
Por lo indicado, es preciso tomar como alerta e informarse sobre este gran riesgo. Niñas y niños no se dejen engañar, no acepten solicitud en Facebook o conversaciones desde WhatsApp, se puede tratar de personas muy malas que solo buscan lucrar con las personas.
Es importante la educación y la reeducación a las personas, especialmente a los hombres, ya que la mayoría de agresores son de este sexo, quienes pagan por tener sexo con niñas y niños. Se necesita criar hijas e hijos sensibles respetuosos de las personas y entendiendo que mujeres y hombres somos seres humanos y tenemos los mismos derechos.