
Más de 600 mil estudiantes empezaron sus clases en la región, en medio de carencias en infraestructura educativa, y pese al pedido de postergación por la ola de calor y la emergencia de dengue.
Pero, ¿Qué garantía hay para que todos los estudiantes tengan un buen inicio de año escolar?, al parecer ninguna, puesto que en algunas instituciones ni siquiera tienen suficientes aulas, su infraestructura está dañada, no tienen cerco perimétrico, ni servicios básicos como agua, o en algunos casos, la obra de reconstrucción está abandonada.
Esto sin mencionar que, la propia directora de la Unidad de Gestión Educativa Local de Piura (UGEL Piura), Carmen Sánchez, dijo que existen 80 colegios que no pueden reconstruirse debido a que tienen problemas de saneamiento físico- legal.
En el Colegio San Miguel de Piura, más de 3 mil 800 estudiantes regresaron a clases en unas aulas, cuyas ventanas ni siquiera se pueden abrir, no hay agua y los baños están sucios. Por ejemplo, en el pabellón de primaria, dónde hay más de 1.600 niños, el mobiliario estaba en mal estado, y las ventanas no se podían abrir, reduciendo el oxígeno en las instalaciones.
En el colegio Ignacio Merino, se registró carencia de mobiliario, aquí los padres de familia se han visto obligados a comprar el propio equipo para que sus hijos puedan asistir a clases cómodamente, algunos refieren que se han gastado entre 180 a 200 soles.
En este local educativo, alrededor de 60 niños de primaria no tiene mobiliario, las aulas en este nivel son antiguas y en secundaria todas son prefabricadas. El total de estudiantes es de 1.300.
Más carencias en colegios
En el caso de los estudiantes de la institución educativa 14041, de Narihualá, deben volver a sus aulas provisionales, debido a que la reconstrucción de su colegio se encuentra abandonada. Aunque este plan de contingencia tiene la finalidad de prestar bienestar temporal a cerca de 500 niños, lamentablemente, estos salones también se encuentran en riesgo.
Asimismo, los padres de familia y docentes de la I. E. Capitán FAP José Abelardo Quiñones, ubicado en el asentamiento Los Almendros, en Castilla, pidieron hace una semana postergar el inicio de clases. Señalaron que no hay suficientes aulas para albergar a los más de 1.600 estudiantes de los tres niveles educativos.
Por Diana Sandoval