
En un esfuerzo por fortalecer la prevención y detección de la trata de personas, se realizó un taller en la IE 14300- Cachaquito – Suyo, dirigido a docentes, con la participación de 8 profesionales de institución sobre la importancia de habilidades blandas frente a la trata.
La sesión, facilitada por la Coordinadora del área de Incidencia y Desarrollo de Cutivalú, Lic. Ortelia Valladolid, junto con la psicóloga Lucía Mondragón, se centró en las habilidades blandas y su relevancia en la detección temprana de este delito.
El objetivo principal del taller fue proporcionar a los participantes una comprensión más profunda de habilidades como la empatía, la asertividad, la escucha activa y el trabajo en equipo.
Estos son aspectos fundamentales para identificar posibles señales de alerta entre los estudiantes.
A través de ejercicios prácticos y reflexiones guiadas, los docentes exploraron cómo estas cualidades pueden ser herramientas efectivas para reconocer situaciones de vulnerabilidad entre sus alumnos.
«Es crucial no solo comprender, sino también aplicar estas habilidades en el contexto educativo», señaló la especialista Lucía Mondragón durante el taller.
Asimismo, indicó que «la empatía nos permite ponernos en el lugar del otro, la asertividad nos ayuda a abordar situaciones delicadas con respeto y dignidad, y la escucha activa nos permite captar señales no verbales que podrían indicar un problema».
Otro punto abordado en la sesión fue la importancia de no juzgar y brindar apoyo a las posibles víctimas de trata.
Mondragón enfatizó la necesidad de evitar prejuicios y estigmatización, destacando que el objetivo principal es la prevención y la protección de los derechos humanos.
«Cada individuo merece ser tratado con dignidad y respeto»
«Nuestra labor como educadores va más allá de la enseñanza académica; también somos guardianes del bienestar de nuestros estudiantes«, afirmó la especialista.
Este taller que se realizó el 17 de mayo, no solo se posiciona como una oportunidad de capacitación para los docentes, sino como un paso significativo hacia la construcción de comunidades educativas más conscientes y comprometidas con la protección de los derechos humanos y la importancia de habilidades blandas.
La aplicación práctica de estas habilidades blandas no solo fortalecerá la labor docente en el aula, sino que también contribuirá a la prevención y erradicación de la trata de personas en la sociedad en general.