
Te presentamos nuestro comentario del día
Por: Keren Bayona, coordinadora del proyecto Emprendiendo por la igualdad
Nos enfrentamos a una triste realidad. La mañana del 17 de julio volvió a cobrar una nueva víctima el feminicio. La violencia contra la mujer apareció de manera silenciosa y esta vez acabó con la vida una madre.
“Ni una menos”, cada 25 de noviembre nos sumamos a acciones de sensibilización por el Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra la mujer. En diciembre del 2023 se registraron 13 casos de feminicidios a nivel nacional. ¿Y en qué consiste esto? El feminicidio es acto de matar a una mujer por su condición de tal. Es decir, por razones vinculadas a su género y “cuando se identifica la imposición o el quebrantamiento de mujeres para un estereotipo de género. Ocurre en contextos de discriminación contra ella, independientemente de que exista o haya existido una relación sentimental, conyugal o de convivencia entre el agresor y la víctima”.
Además, la muerte debe producirse en una situación de desigualdad. Puede ser por violencia familiar, acoso sexual, violencia sexual, abuso de poder, discriminación, rechazo u odio, etc. De enero a julio, son 8 casos de feminicio reportados en nuestra región. Y a junio del 2024 tenemos 93 casos a nivel nacional.
Entonces ¿qué está pasando? Estas cifras ilustran la gravedad y persistencia de este problema en el país. Sabemos que el 49.5% de los casos el presunto agresor tiene vinculo de pareja con la víctima. Mientras que el 21.5% presenta como modalidad de muerte el acuchillamiento.
Frente a esta dolorosa realidad, urge reforzar las políticas públicas y acciones que apuntan a combatir la violencia desde su raíz. Para lograrlo, es necesario eliminar los estereotipos dañinos de género. Estos son un conjunto de ideas y expectativas de lo que debe ser o hacer un “verdadero” hombre o una “verdadera” mujer. Desde las primeras edades es fundamental promover la igualdad de género. Estos estereotipos contribuyen a normalizar la violencia mediante el aval de las desigualdades y la cosificación del cuerpo femenino. Asimismo, colocan a las mujeres en desventaja frente a los hombres en cuanto a derechos y oportunidades.
La mejor estrategia de prevención de la violencia es una estrategia de promoción de la igualdad de género. Existen varias estrategias, políticas y planes en el sector público peruano que contribuyen a este fin. Algunos cuentan con presupuesto para su implementación, otros no. Entre tantas necesidades puede ser difícil saber por dónde empezar o qué medidas priorizar. Las Agendas por un País con la Igualdad puede ser un buen punto de partida. Pero basta ya de solo agendar y actuemos ya!
Este comentario llega gracias al proyecto Emprendiendo por la igualdad, ejecutado por Cutivalú, financiado por la Xunta de Galicia y con el soporte técnico de Taller de Solidaridad.