
Te presentamos el comentario de hoy.
Por: Ortelia Valladolid, coordinadora de Incidencia y Desarrollo de Cutivalú
La PNP registró 5341 denuncias de mujeres desaparecidas en los siete primeros meses del año. De este total, solo el 51% fueron encontradas y la pregunta de acuerdo al informe de la Defensoría del Pueblo es ¿dónde están ellas? Si comparamos esta cifra con el periodo del 2023 descubrimos que el número de mujeres desaparecidas se incrementó en un 10% aproximadamente.
Claro está, que existe un débil proceso de búsqueda, pero lamentablemente al gobierno le da igual. Es posible que muchas de estas mujeres y niñas estén siendo victimas del delito de trata de personas, explotadas sexualmente, laboralmente y quizá hasta asesinadas.
Pese a este escenario que cada vez se incrementa debido a que no hay una verdadera atención e inversión, a nuestro Gobierno se le ocurre la «ideota» de fusionar el Ministerio de la Mujer y poblaciones Vulnerables (Mimp) con el Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social (Midis). Esto significa uno de los más grandes retrocesos en la conquista de derechos de las mujeres.
El Mimp se crea el año 2012, precisamente para visibilizar, poner en agenda pública y política la problemática de las mujeres. Esta cartera ministerial busca garantizar la prevención, atención y reintegración a una vida digna de mujeres sobrevivientes de violencia y en situación de vulnerabilidad. Además, se encarga de articular y concertar con otros ministerios para que la provisión de los servicios de protección sea de manera integral, centrada en las mujeres víctimas.
Con esta amenaza lanzada desde el 28 de julio por la misma presidenta de la República, Dina Boluarte, lo único que se demuestra es la deficiente gestión y una débil mirada al bien común y a los terribles escenarios donde la población más vulnerable es protagonistas de las más grandes injusticias y delitos. Por el contrario, su primordial función como presidenta es velar por las condiciones de vida dignas que merecemos las personas.
Esta mala decisión pone en evidencia el continuar con políticas conservaduristas para tapar la verdadera problemática de corrupción e interés de unas cuantas personas que tienen el poder en el país. Lamentablemente esta decisión nos ponen en total riesgo y desamparo.
Queremos vivir en paz, libres y sin miedo, entonces no permitamos tremendas injusticias.
Nuestro comentario llega gracias al proyecto Mujeres trabajando por la igualdad, ejecutado por Cutivalú y Flora Tristán.