Lluvias potencian la agricultura en Tambogrande: más de 10 mil hectáreas cultivadas con frijol chileno dan fruto

Lluvias potencian la agricultura en Tambogrande: más de 10 mil hectáreas cultivadas con frijol chileno dan fruto
Lluvias potencian la agricultura en Tambogrande: más de 10 mil hectáreas cultivadas con frijol chileno dan fruto

Tras las recientes lluvias en Tambogrande, la producción agrícola recobró impulso, especialmente en el margen izquierdo del distrito, donde el frijol chileno se ha posicionado como protagonista de la actual campaña agrícola. Las tierras fértiles, revitalizadas por las precipitaciones, confirman que el agro sigue siendo el motor económico de esta zona altopiurana.

“Esto es gracias al agua de las lluvias y a la bendición de Dios”, dice Winston Juárez, presidente de la Comunidad Campesina San Juan Bautista de Locuto, mientras recorre los campos que hoy, con las lluvias, muestran una nueva cara.

Según precisa, en esta campaña agrícola se han cultivado alrededor de 10 mil hectáreas de frijol chileno, que se distribuyen en todo el margen izquierdo, desde Punta Arena hasta Rinconada; y que podrían generar ingresos de más de 20 millones de soles. Pero más allá del dato técnico, la magnitud de esta siembra revela un impacto profundo en la economía local, ya que promueve la mano de obra local.

De acuerdo a Juárez Arroyo, “para empezar a hacer la producción de frijol chileno, se necesitan 30 jornales por hectárea, si multiplicamos, 30 jornales por hectárea, a un promedio de 10 mil hectáreas que se están produciendo en la margen izquierda, estaríamos hablando de 300 mil jornales de mano directa”.

Y eso es solo el inicio. A esta cifra se suma la mano de obra indirecta: transporte, comerciantes, trabajadores en las plantas procesadoras. “Es muchísimo lo que genera la agricultura, en comparación con otras actividades económicas”, precisa Juárez, en referencia a la minería.

“La minería es una actividad que perjudica al medio ambiente y no se compara en tema de jornales. Porque la minería ofrece 2 mil jornales directos. Si comparamos estos 2 mil jornales, frente a los 300 mil del agro, es una gran diferencia. Y solo estamos hablando de 3 meses, porque aprovechamos las lluvias, porque si estas tierras produjeran todo el año, imagínese la cantidad de puestos de trabajo… Es bastante la diferencia”, manifestó el dirigente de Locuto.

Más de 10 mil hectáreas cultivadas en el margen izquierdo de Tambogrande.

Piden agua

Además del frijol chileno, también conocido como frijol caupí, los agricultores y productoras del margen izquierdo de Tambogrande proyectan diversificar su producción con cultivos como la sarandaja y el frejol de palo, para así llegar, tanto al mercado nacional, como al internacional.

Sin embargo, Rosa Maza Pulache, agricultora del sector La Rita, asegura que ese potencial productivo se enfrenta a una limitante que no da tregua: la falta de agua. La tierra tiene fuerza, la gente tiene voluntad, pero sin agua, el desarrollo se estanca, menciona la dirigente.

Por ello, la población vuelve una y otra vez sobre un mismo pedido: infraestructura hidráulica, que no es más que la construcción de pozos, reservorios y sistemas de regadío que servirían para aprovechar cada gota y hacer que estas tierras, que hoy solo producen en temporada de lluvias, puedan dar frutos los 365 días del año.

“Acá pedimos que nos hagan un pozo para que haya un sistema de regadío para todos los agricultores que estamos pidiendo agua. A veces no hay ni agua, la compramos a 4 porongos por un sol. Sufrimos por el agua por nosotros y los animalitos. Acá queremos nosotros la agricultura y que siquiera construyan un pozo para que haya, al menos, un sembrío. No por nosotros, sino por las criaturas. Si viene la minería, a dónde van a ir esas criaturas. La agricultura es nuestro sustento diario porque, si no es por el agua, qué vamos a estar cosechando esta menestrita. Gracias a Dios que nos ha bendecido con esa agüita que estamos sembrando, pero vengan siquiera a hacer algún proyecto para la comunidad y no comprar esa minería”, dijo Rosa Maza.

José Pulache, otro de los agricultores del sector La Rita, incidió en que se necesitan obras para tener más de una campaña de manera anual, ya que hay tierras pero, lamentablemente, estas no son aprovechadas durante todo el año.

José Pulache. agricultor del sector La Rita.

«Necesitamos un proyecto de irrigación para sembrar porque hay muchas tierras, de qué sirven las tierras, si no más cuando hay lluvias allí sembramos, pero tenemos para sembrar dos campañas. Si no hubiésemos tenido esa campaña, hubiésemos salido a trabajar lejos, al sur, dejamos nuestras familias, nuestros hijos, padres. Arriesgamos nuestras vidas, pero teniendo nuestras tierras acá, se necesitan obras, que no se olviden», dijo José Pulache.

Ante ello, el vicepresidente de la Comunidad Campesina San Juan Bautista de Locuto, Enargio Maza, recalca que es el Estado el único responsable de la ejecución de proyectos de envergadura para Tambogrande y, según dijo, ninguna empresa privada tiene la obligación de concretar estas obras.

«La ejecución de proyectos de gran envergadura es compromiso y obligación del Estado, no de una empresa privada, porque una empresa privada ve sus bienes y jamás va a invertir en desarrollo. La empresa dice: ‘te doy proyectos, pero a cambio me dejas ingresar para sacar minerales’ y eso no es así. Por eso recalco que la obligación del desarrollo de proyectos es deber del Estado», concluye Maza.