
Cada vez que la menor era violada su madre recibía S/ 15.00. El delito fue descubierto y denunciado por su padre ante la Policía que procedió a la detención de la acusada.
La Fiscalía de Chiclayo consiguió demostrar la culpabilidad de la madre, Deisy Lara Coronado, quien mantenía una relación sentimental con Segundo Amadeo Pérez Marrufo, y permitió que éste abusara de su hija desde que tenía ocho años.
La acusada trasladaba a su menor hija al domicilio de su pareja, en el distrito de Pátapo, con el pretexto de lavar su ropa, donde la menor era violada.
Fuente: La República