
El ataque cardíaco (también llamado infarto, ataque al corazón o infarto de miocardio) se produce cuando el flujo de sangre y oxígeno que llega al corazón se bloquea de repente. Si no se recibe tratamiento rápidamente, el músculo cardíaco deja de bombear y comienza a morir.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., la causa más común de los ataques cardíacos es la enfermedad de las arterias coronarias. Esta se da por la acumulación de placa (colesterol y otras células) en las paredes de las arterias. Eventualmente, un área de la placa puede romperse, formándose un coágulo de sangre a su alrededor y dando paso al infarto.
Una causa menos común de ataque cardíaco, agrega la citada biblioteca estadounidense, es un espasmo severo (endurecimiento) de una arteria coronaria. El espasmo corta el flujo sanguíneo a través de la arteria.
Síntomas
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE.UU., algunos de los síntomas de advertencia comunes del ataque cardíaco en hombres y mujeres son:
Dolor o molestias en el centro o lado izquierdo del pecho. Por lo general, las molestias duran más de unos minutos o desaparecen y vuelven a aparecer. Se siente como presión, opresión, sensación de llenura o dolor. También, como acidez estomacal o indigestión.
Molestias en la parte superior del cuerpo. Se pueden sentir en un brazo o en ambos, en la espalda, los hombros, el cuello, la mandíbula o la parte superior del estómago (arriba del ombligo).
Dificultad para respirar. Este puede ser el único síntoma que usted presente; también puede ocurrir antes del dolor o las molestias en el pecho, o al mismo tiempo que estos. Se puede presentar cuando usted esté descansando o realizando un poco de actividad física.
Sudor frío y repentino
Sensación poco común de cansancio que no tiene motivo evidente y a veces dura varios días (especialmente en las mujeres)
Náuseas (ganas de vomitar) y vómito
Aturdimiento leve o mareo súbito
Factores de riesgo
Los principales factores de riesgo del ataque cardíaco que se pueden controlar son: el hábito de fumar, el sobrepeso y la obesidad, la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes, la alimentación poco saludable y la falta de actividad física.
Entre los factores de riesgo que no se pueden controlar se cuentan los antecedentes familiares de enfermedades prematuras del corazón y la edad, precisa el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de EE.UU.
(Fuente: El Comercio)