
Los agricultores de los distritos de Curamori, Catacaos y La Matanza han sido los más afectados por el Niño Costero, según un reporte del INDECI en marzo del 2017.
El reporte indica que más de 1,000 familias afectadas en esta zona, cuya principal actividad productiva es la agricultura, han perdido sus cultivos, limitando así sus fuentes de ingreso y alimentación.
Ante ello, Soluciones Prácticas y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizan el proyecto “Recuperación de medios de vida y seguridad alimentaria en Piura tras El Niño costero 2017”.
El objetivo es garantizar la seguridad alimentaria y capacidad productiva de 1,000 familias afectadas por las inundaciones, a través de la instalación de huertos familiares con cultivos básicos, de rápida producción y con un alto valor nutritivo, como el frijol caupi (semilla certificada).
Esta propuesta también busca involucrar a los pequeños productores agrícolas en el proceso de reconstrucción, articulando la recuperación de sus cultivos dentro de una estrategia integral de gestión de riesgos, que implica, en el corto plazo, la recuperación de tierras de cultivo y limpieza de canales de riego.
Además, el proyecto implica la elaboración de planes de gestión de riesgos para eventos climáticos extremos que afecten la agricultura, y la identificación de las zonas de riesgos a partir de una georreferenciación, método que permite ubicar los puntos vulnerables para tomar mejores medidas de prevención.

Eulogio Inga es un agricultor y padre de familia que perdió sus cultivos durante la inundación del río el 27 de marzo pasado. «Lo perdimos todo. Se lo llevó el agua. Por ello nos sentimos agradecidos con esta ayuda. Con este frijolito podemos mantenernos y llevar a casa y cubrir la olla para nuestros hijos.»
Capacitaciones
Se han iniciado las capacitaciones y asistencia técnica en buenas prácticas de gestión de riesgos de desastres y problemas sanitarios en el sector agrícola, dirigida a pequeños agricultores.
De esta manera, los hombres de campo cultivan dentro de sus parcelas, demostrando las prácticas más adecuadas en esta labor y las dificultades que se presenten en este proceso.
En Curamori existen 750 hectáreas cultivadas bajo este modelo, que están próximas a ser cosechadas. Al finalizar el proyecto se llegarán a 1,000 hectáreas, incluyendo la zona de La Matanza y Catacaos.

Sebastián Castillo Ramos es otro agricultor y padre de familia que asegura estar satisfecho por estas capacitaciones. «Nosotros hemos aprendido a conocer las plagas que atacan al frejol Caupí, con ese conocimiento, ahora ya podemos combatirlo», señala el hombre de campo.
El Jefe de proyectos de Soluciones Prácticas, Alcides Vilela, explicó que implementan cultivos de períodos cortos como el frijol caupí o llamado chileno, con el fin de garantizar la seguridad alimentaria en Catacaos, Cura Mori y La Matanza.
Planes municipales
Para asegurar que las comunidades cuentan con medidas a largo plazo también se vienen involucrando a las autoridades locales y regionales en la elaboración del Planes Municipales de Contingencia Agraria.
“Los cultivos de pan llevar que se han instalado en los huertos familiares serán básicos para el sustento de estas familias, pero somos conscientes que debemos trabajar con ellos de forma paralela en la recuperación a largo plazo”, reconoció María Elena Rojas, representante de la FAO en Perú.
“Los planes de contingencia agraria que se van a construir, contendrán los procedimientos específicos de coordinación, alerta, movilización y respuesta frente a la ocurrencia de un evento como El Niño costero”, aseguró Rojas.
Cabe indicar que el pasado miércoles 28 de febrero, se llevó a cabo el primer taller para la elaboración de Planes Municipales de Contingencia Agraria, donde participaron autoridades como INDECI Piura, COER, Dirección Regional de Agricultura, entre otras. Además se presentaron los avances del proyecto en mención a cargo de Alcides Vilela de Soluciones Prácticas y Sandro Gutierrez, FAO Perú.