
Al menos un 30% del ganado del Bajo Piura resultó afectado por la inundación del 27 de marzo y por las enfermedades que aparecieron tras el período lluvioso. La recuperación de este sector tardará un promedio de tres años.
Así lo informó a Cutivalú, el coordinador de Crianzas de la Dirección de Agricultura, Eduardo Gonza Orezzoli, quien explicó que recuperar el capital pecuario depende de que los animales se recuperen, se reproduzcan y tengan nuevas crías y ese proceso fisiológico demora entre dos a tres años.
Por su parte, el representante de Senasa, Víctor Guzmán Zegarra dijo que mientras los animales esperan su ciclo de reproducción, los ganaderos deben vacunar a sus animales porque hay sectores endémicos a Ántrax como Catacaos.
“Es una enfermedad que mata a sus animales, entonces se debe cumplir con el calendario sanitario, de lo contrario perderán su capital y además es zoonótica es decir que se transmite al ser humano”, reveló.
Asimismo, el veterinario Eduardo Gonza Orezzoli, comentó que luego del período lluvioso se han incrementado enfermedades como la pedera que es una inflamación de las pezuñas, neumonía en animales jóvenes, parasitosis tanto externas como internas. Y las lluvias han ocasionado un clima adecuado para que estas enfermedades se incrementen.
Ante ello, Víctor Guzmán de Senasa señaló que en Catacaos, Chato Chico y Chato Grande se está vacunando gratuitamente al ganado considerando que son sectores endémicos, sobre todo de Ántrax, sin embargo hasta el momento no hay casos al respecto.
En tanto, Jorge Jiménez de la cooperación técnica Heifer International, anunció que más allá de las vacunaciones, la campaña de sanidad animal contempla la desparasitación y la entrega de botiquines con medicamentos.
Una preocupación que ha detallado el representante de Senasa, Víctor Guzmán Zegarra es la mortandad en el ganado porcino por exceso de picadura del zancudo, por lo que se están trabajando las muestras para saber qué ha causado la muerte de estos animales, pues probablemente la picadura esté llevando alguna infección bacteriana mortal.
En el caso de los animales muertos por la inundación, Guzmán Zegarra recordó que Senasa entró después del desborde contrató a gente de la zona para cavar huecos y enterrarlos, pues la maquinaria no podía entrar y muchos de estos estaban en canales.
“Un animal muerto y expuesto al medio ambiente y con las altas temperaturas que tenemos, puede generar cualquier enfermedad pues son portadores de enfermedades virales, bacterianas y parasitarias”, enfatizó.