Comentario || En Piura queremos niñas, no madres

Comentario || En Piura queremos niñas, no madres

Te presentamos el comentario de hoy.

Por: Ortelia Valladolid Bran, coordinadora de Incidencia y Desarrollo de Cutivalú

Según el Certificado de Nacido Vivo (CNV) Piura Región terminó el 2023 con 64 niñas de 11 a 14 años de edad que tuvieron partos. En tanto, de enero a junio de 2024 ya son 23 niñas las que han dado a luz. Esta situación es sin duda muy preocupante y debe llevar a priorizar la atención integral de la niñez y la adolescencia.

Estos partos son producto de violaciones sexuales que, en su mayoría, los agresores no reciben sanción alguna. Es decir, caminan libres y sin ningún tipo de miedo haciendo daño a más mujeres y niñas. Esto ocurre por muchos factores como la falta de celeridad en los procesos investigatorios, no hay recursos en las instituciones operadoras de justicia. A esto se le suma el desinterés e insensibilidad de operadores, la normalización de la violencia, el desconocimiento o simplemente que las víctimas no denunciaron por temor.

Las consecuencias para estas criaturas son muy preocupantes ya que dejan de ir al colegio, caen en el trabajo infantil forzoso. También son propensas a sufrir uniones tempranas y  violencia de género. Estas niñas además corren el riesgo de ser víctimas del delito de trata de personas por el nivel de vulnerabilidad en el que viven.

Aunque hay que reconocer esfuerzos en tener políticas públicas a nivel regional como por ejemplo el Centro de Formación para el Desarrollo Integral de Adolescentes- CEFODIA, que busca atender de manera integral a la población de 10 a 19 años de edad; este no se implementa con el proceso de gestión y metodología que corresponde.

Además, existen normas técnicas desde el Ministerio de Salud (Minsa) que deberían trabajarse desde las instituciones educativas. Directivas como la Educación Sexual Integral (ESI) garantiza que niñas y niños fortalezcan sus redes de apoyo, conozcan su cuerpo y se fomente el respeto entre las personas. Lamentablemente, esto no se ejecuta.

Asimismo, no se pone en práctica el debido proceso a los agresores para generar antecedentes de justicia para las niñas. Desde la sociedad civil, desde las familias en representación de los cientos y miles de niñas peruanas y piuranas, es preciso levantar la voz para exigir la protección de las niñas. Ellas son el presente, están aquí y están ahora. Es hora de actuar.