
Te presentaos el comentario de hoy
Por: Ortelia Valladolid Bran, coordinadora del área de Incidencia y Desarrollo de Cutivalú
Rosa, un integrante de la Red de Mujeres de Tambogrande dice «Hay muchos bares, muchas cantinas, jovencitas que van y vienen. La gente pasa, hasta la policía y lo ven normal, no se detienen o si miran es por curiosidad”.
Mientras, Araceli, otra lideresa de la Red de Mujeres de Veintiséis de Octubre dice: Hoy cierran un bar, más tarde lo vuelven abrir, hay pago de coimas y lo hacen sin ninguna vergüenza.
Un líder comunitario de Paita llamado Víctor menciona que muchas de las mujeres que están en los bares son menores de edad. Cuenta que cuando se les pregunta, ellas dicen que están ahí con permiso de sus familiares. «Parece que nos les importa los riesgos”, dice Víctor. Así también María, ciudadana de Suyo, indica que cuando viajan, nadie pide DNI y si vas con algún menor tampoco te preguntan nada.
Lo mencionado son algunas de los escenarios que favorecen el delito de trata de personas. De acuerdo a la ley 28950 es la “captación, el traslado, el transporte, la acogida, la veta y la explotación de las personas”. Es decir, es la cosificación de los seres humanos, es un delito pluriofensivo cuyas finalidades son explotación sexual, explotación laboral, mendicidad, trafico de órganos, venta de personas.
En nuestra región Piura las principales formas de captación son el padrinazgo sobre todo en zonas rurales, la seducción y el enamoramiento. También están presentes las falsas ofertas laborales, falsos perfiles en las redes sociales y la coacción.
La principal finalidad, según los casos que se presentan es explotación sexual (56%). Aquí las principales víctimas son mujeres menores de edad, captadas por falsas ofertas laborales y enamoramiento. Los principales escenarios implicados son los bares, cantinas, night club, hoteles, agencias de transporte y otros.
Si bien, el delito de trata de personas pone en situación de «cosas» a los seres humanos, aún no tiene un verdadero abordaje por parte del Estado desde la prevención. Es decir, no se trabaja en evitar que el delito ocurra, hasta la atención de las víctimas. Esto ocurre porque la trata de personas está muy vinculada a la corrupción e informalidad. Así como a patrones culturales muy tradicionales que ponen a las mujeres en un mayor riesgo, debido a que se les sigue viendo como objeto sexual. A esto, hay que sumar el desconocimiento de la población en general.
Es realmente un escenario muy penoso, que debe obligar al Estado, especialmente por ser garante de derechos, a poner manos a la obra en hacer visible la existencia del delito. Los operadores de justicia deben recepcionar las denuncias y hacer bien el proceso sancionador de estas malas personas que lucran con las vidas de miles de seres humanos.
Desde Cutivalú con el proyecto “Tu vida no tiene precio, denuncia la trata”, en coordinación con las diversas instituciones, lideresas, lideres e instituciones educativas estamos contribuyendo en la prevención de este flagelo. Sin embargo, se necesita sumar y multiplicar para que por lo menos la ciudadanía conozca de la existencia de este terrible delito. Debemos exigir la justicia correspondiente para las personas que tristemente han sido víctimas de trata y se reintegren a la sociedad.
El comentario de hoy llegó gracias al proyecto «Tu vida no tiene precio, denuncia la trata». Te invitamos a leer nuestro próximo comentario.