Editorial: La pobreza en el Perú y sus causas de fondo

Wilmer Fernández, director de Cutivalú.

En los últimos 04 años, el Perú ha retrocedido 20 años respecto a la erradicación de la pobreza. Según los datos publicados la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística y de Investigación (INEI) un tercio de la población peruana es pobre en el 2023.

Mejor dicho, 9 millones 780 mil connacionales no tienen suficiente dinero para atender sus necesidades básicas. Uno de cada tres peruano y peruanas está en situación de pobreza. Entre el 2019 y el 2023, se sumaron a la pobreza 3 millones 290 ciudadanos peruanos.

La recesión económica de Dina Boluarte fue más letal que el coronavirus. Sólo en el año 2023 se sumaron a la pobreza 596,000 peruanos, esto es más de medio millón.

Por otro lado, en el 2023 casi 2 millones de hombres y mujeres peruanas viven en pobreza extrema, personas que viven con menos de S/ 250 soles al mes. Solamente en el año 2023, cayeron en pobreza extrema 249,000 peruanos y peruanas más.

La poca capacidad adquisitiva de millones de ciudadanos peruanos explica el incremento de otras brechas como el de anemia en la niñez que hoy está en 43% y el de la desnutrición crónica que se mantiene en 11%.

El 32% de la población peruana no tiene acceso a atención medica de calidad; el 74% no goza de una adecuada gestión del agua que consume. Por supuesto, estas noticias no son prometedoras.

Más grave aún es que, según los especialistas, con un crecimiento económico de 3% anual necesitamos otros 20 años para superar este retroceso.

¿Por qué hemos retrocedido, si ya en otras crisis económicas, como la del 2008, hemos podido sostenernos sin que la pobreza se incremente significativamente?

Aquí tres factores inmediatos:

1. La recesión económica debido al estancamiento de la demanda interna y el consumo privado.

2. La inflación que se ha disparado en más del 10% para productos de la canasta básica.

3. El incremento del desempleo.

Sólo en Piura en el 2023 se incrementó el desempleo en más de 35 mil puestos de trabajo.

Si bien es cierto que estos factores son determinantes en el incremento de la pobreza, no son las causas principales. Estos tres factores pueden ser superados con una buena y responsable gestión política del Estado y de la economía, lo cual hoy no existe en nuestro país.

En otros momentos, en que el Perú ha superado las crisis de la pobreza, contaba con dos factores de fondo importantes.

Por un lado, el Perú tenía sostenibilidad institucional, con una democracia en permanente proceso de fortalecimiento que garantizaba a los inversionistas nacionales y extranjero sostenibilidad legal para sus negocios. Las empresas invierten donde hay seguridad jurídica e institucional.Estas condiciones no existen en este momento en el Perú.

Todos y todas sabemos que la institucionalidad democrática y jurídica ganada en los últimos 20 años viene siendo desmantelada, por un lado, por el Congreso, cuyas reformas constitucionales y legales cuestionables agravarán la gobernabilidad en los próximos 7 años.

Por otro lado, por la ausencia de un Poder Ejecutivo que no toma decisiones sobre las políticas importantes del país, con una presidenta que ha dejado el poder en manos de un Congreso corrupto.

En segundo lugar, el Perú se ha caracterizado en los últimos 20 años por un manejo riguroso de su economía.

Si bien ésta no chorreó tanto como lo prometieron, ni disminuyó las desigualdades ni la vulnerabilidad de todas las economías familiares, había mantenido un crecimiento que en 20 años logró disminuir la pobreza.

Esa rigurosidad económica no se ve en la gestión de Dina Boluarte. A vistas de todos hay un manejo irresponsable de la economía peruana. La corrupción se ha incrementado, se da hoy con una descarada visibilidad a ojos de todos los peruanos y peruanas.

Asimismo, el presupuesto del Estado se distribuye irresponsablemente en ingentes cantidades para instituciones que apoyan el pacto corrupto de los que gobiernan, como el congreso y algunos gobiernos regionales.

¿Hasta cuándo seguiremos así?

Hasta que elijamos mejores gobernantes y congresistas. Para recuperarnos de la pobreza que se incrementa en el Perú, son necesarias buenas condiciones democráticas y jurídicas. Instituciones democráticas fuertes y un poder judicial independiente.

Por eso, los y las políticas que ingresen al gobierno en la siguiente elección deberán ser elegidos con la finalidad de recuperar la institucionalidad democrática y el manejo responsable de la economía peruana.

Por Wilmer Fernández Ramírez

Editorial: ¡Alerta! : Perú camino a la autocracia