
Por. Leyni Lourdes López Vilela, comunicadora social y especialista de Cutivalú
El embarazo adolescente es considerado un problema de Salud Pública a nivel mundial, no solo porque pone en riesgo la salud física, también la emocional, afectando de igual modo la condición educativa sobre todo de las mujeres y su economía.
En Piura, según la Dirección Regional de Salud, 14 de cada 100 adolescentes de 15 a 19 años son madres o están embarazadas por primera vez, registrándose el año pasado 318 embarazos en adolescentes de 10 a 17 años, la mayor incidencia de embarazos precoces se presentan en los distritos de Tambogrande, Sullana, Veintiséis de Octubre y en Chulucanas (Morropón).
La falta de educación sexual integral, es una de las causas ya que ésta promueve habilidades para tomar decisiones responsables, el cuidado del cuerpo, el acceso a la información y la sexualidad, pues, al no tener acceso trae como consecuencia no solo embarazos precoces, sino también muchas enfermedades de transmisión sexual y que estén vulnerables a sufrir violencia.
Otras de las causas es la presión del grupo y/o la pareja con la famosa “prueba del amor” pensando que “La primera vez no pasa nada”, seguida de la violencia familiar y el abuso sexual.
No perdamos de vista que la madre adolescente llega a sufrir los 4 tipos de violencia: Psicológica; que hace que ella se sienta con baja autoestima, física: directamente por la pareja o familia; sexual: porque muchas veces es coaccionada a “dar placer” y económica: porque debe depender de la pareja.
Cuando se empieza a enfrentar a ello, las consecuencias van desde someterse a un aborto clandestino, el aislamiento social por vergüenza o temor a ser juzgadas, la deserción escolar, la dependencia de la pareja y/o familia, mayor vulnerabilidad y riesgo a sufrir más violencia, mayor pobreza, entre otras que afectan y ponen en riesgo siempre a la madre adolescente.