
Las conservas de pescado son una buena fuente de omega 3, proteínas, vitaminas y minerales. Antes de comprarlas, es muy importante elegir aquellas que están en óptimas condiciones para su consumo.
D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” de Produce, brinda algunas recomendaciones:
Nunca compres conservas de pescado golpeadas o con signos de abolladura.
Tampoco aquellas que están hinchadas, porque podría ser síntoma de
contaminación.
No compres latas con señales de oxidación, sobre todo en los bordes y los
puntos de unión, ya que hay peligro que el alimento se haya descompuesto.
En caso de que haya presencia de burbuja dentro de la lata de conserva,
deséchela. Es probable que el alimento del interior se haya deteriorado.
Antes de adquirir el producto, fíjate siempre en la fecha de vencimiento del
envase y que cuente con registro sanitario.
Asegúrate de que las latas estén almacenadas en lugares frescos, secos y
resguardados del calor y de la luz.
Si vas a comer directamente de la lata, limpia y lava el envase antes de su
consumo.
De preferencia, consume todo el producto. De no ser así, guarda el contenido
sobrante en la refrigeradora en un envase de vidrio.