
El presidente del Frente de Defensa por el Desarrollo de los Pueblos Rurales de Ayabaca, José Calle Guerrero, en diálogo con Cutivalú, sostuvo que los pobladores de las comunidades aledañas en donde se construiría el reservorio de Vilcazán, se oponen a este proyecto pues verían seriamente afectada su modo de vida.
Explicó que unas 80 familias asentadas en diferentes zonas como Yerba Buena, Matalacas, Santa Rosa, Andurco, Cujaca, Anexo Culucan, Arreypite bajo y Píngola tendrían que dejar sus hogares, escuelas y hasta 360 hectáreas de cultivo para que el reservorio sea una realidad.
“Las familias se van a ver afectadas porque ahí están sus casas, y otros sus tierras serán tapadas por el agua”, dijo.
Calle Guerrero, sostuvo que desde el 2016 estas comunidades dejaron su posición de rechazo al proyecto de irrigación agrícola, y pese a ello ninguna comisión del Gobierno Regional, del Ministerio de Agricultura o de del Gobierno Central se ha acercado a dialogar con ellos sobre los alcances del proyecto.
De la misma manera, informó que en el 2017 una comisión acudió a la zona para realizar estudios; sin embargo, tampoco los tomaron en cuenta pese a que ahí estudian sus hijos, cultivan productos para su alimentación diaria.
Por ello piden que una comisión que represente al Estado acuda a lugar y les informe sobre el avance del proyecto, el área en la que se construirá y cómo se verán afectados al ser la población más próxima a lo que sería la presa.
“Hasta ahora no sabemos nada. No sabemos si lo hará el Gobierno Regional u otra entidad. Nosotros no vamos a aceptar que lleguen y nos digan se va a construir el reservorio y vean lo que hagan”, dijo.